Entradas

Entrada destacada

PUNCH RAGE COCTAIL (1ERA PARTE)

Imagen
  Aneska siempre había sido una mujer creyente. A pesar de los numerosos reveces por los que pasó a lo largo de sus veinticinco años, siempre se mantuvo firme en su fe. Cada vez que atravesaba una dificultad, como cuando su madre muri0 y la dejó de diez años junto a su padre, o cuando su progenitor se quitó la vid4 tres años después, o cuando su pareja la abandonó junto a su bebé… ella siempre sacaba la cruz de plata que en todo momento llevaba colgada del pecho, la única herencia que le hubo dejado su madre, y se ponía a rezar. Ella creía firmemente en que las cosas se resolverían porque Dios, a diferencia del resto, jamás la abandonaría. Así se lo había enseñado su madre, y ella nunca dudaría de sus palabras. Una nueva prueba se presentó en la vida de Aneska cuando su pequeña hija cumplió los siete años. Hasta la fecha, como sea ella se las había arreglado para poder mantenerse a flote y sobrevivir el día a día junto a su hija. Sin embargo, una vez más el destino le demostraría...

PUNCH RAGE COCTAIL (PARTE FINAL)

Imagen
  Keyla estaba sentada en la penumbra de su apartamento, con las luces apagadas y con el resplandor de un poste de la calle como toda fuente de luz. Afuera una lluvia monótona golpeaba con insistencia contra los vidrios de la habitación. La joven tenía la cruz de plata que siempre portaba consigo sostenida entre los dedos, humedeciéndose con el sudor de sus manos. La miraba como si estuviese buscando en el metal desgastado la respuesta a una plegaria que no se atrevía a pronunciar en voz alta. —Esto no fue lo que quería —finalmente murmuró en voz muy baja, como si temiera que alguien pudiera escucharla. Aquella cruz era el único recuerdo de Aneska, su madre biológica, quien se cortó la yugular con un cuchillo cuando ella tenía apenas siete años. Lo había hecho dentro de un ominoso círculo ceremonial, pero ella no lo hizo por tratarse de una desequilibrada mental. Para nada. Si cometió aquella locura fue porque no le quedó más alternativa, fue su último recurso para salvarla cua...

PUNCH RAGE COCTAIL (5TA PARTE)

Imagen
  Nadie recuerda con claridad quién fue el primero en hablar del concierto. Era una noche cualquiera, y como tantas otras, estaban los cuatro sentados en el banco de siempre frente a la facultad de filosofía, bebiendo cerveza barata y hablando de lo poco que les importaba el futuro. Francisco —el más sarcástico— juraba que el punk había muerto y que por lo tanto ya nada tenía sentido en la vida; Miguel se encogía de hombros; Valeria por su parte mascaba chicle con la indiferencia de quien ha visto el fin del mundo en clase de estética postmoderna; y Elías, el más callado, solo escuchaba en silencio. Pero cuando el nombre de Punch Rage Cocktail surgió pocos días después en una conversación de los chicos, traída por los cada vez más continuos murmullos sobre aquella banda tan disruptiva, algo cambió en el aire. Miguel, con un brillo extraño en los ojos, fue quien primero la mencionó: —Dicen que es la banda más salvaje del punk actual. Que la vocalista es increíble... que su voz e...

PUNCH RAGE COCTAIL (4TA PARTE)

Imagen
  Mariela caminaba con pasos apresurados hacia su oficina, el eco de sus tacones resonando en los pasillos como el tic-tac de un reloj acelerado. Su rutina, monótona y gris, se teñía con destellos de rabia contenida cada vez que cruzaba miradas con Anabelén, su compañera de oficina. Anabelén era todo lo que Mariela no podía soportar: impecable, de sonrisa fácil, siempre con la palabra precisa, adorada por los jefes, popular entre los compañeros. La corroía hasta lo más hondo el aroma a éxito que parecía envolverla como un perfume exclusivo, uno al que ella parecía no poder acceder por más que lo intentase. Aquella semana, el resentimiento de Mariela había alcanzado un punto crítico. Anabelén había presentado un proyecto que obtuvo la aprobación del director general, relegando al olvido las ideas que Mariela llevaba meses puliendo. A pesar de las sonrisas de cortesía que le dio durante el evento de lanzamiento del proyecto, el veneno de la envidia se acumulaba en su pecho como una...

PUNCH RAGE COCTAIL (3ERA PARTE)

Imagen
  La noche se derramaba como un velo de funeral sobre la ciudad. Arturo, un entusiasta universitario, caminaba hacia el club subterráneo donde la banda del momento, Punch Rage Cocktail, iba a tocar. La expectación corría como electricidad entre los asistentes. En cuanto a Arturo, la voz salvaje y apasionada de Keyla, la vocalista, había capturado su imaginación cual una caña de pescar al pez. Cuando la banda subió al escenario, la multitud rugió. Keyla apareció corriendo y brincando, parecía una fiera desatada. Ella era una joven delgada, pero con un aura poderosa. Lucía con majestad una melena que por momentos más parecía una llamarada, y sus ojos eran tan vivos y brillantes como dos brasas en la penumbra. Una vez abrió la boca, su voz restalló cual un látigo que cortaba el aire, era un aullido ardiente que desde el primer instante conectó con algo profundo y visceral que dormía en Arturo. Asimismo, cada acorde de la guitarra, cada golpe del bajo, lo fue sumiendo en un trance fe...